En las buenas y en las malas


¡Hola! Si estás aquí es porque seguramente algo en el título llamó tu atención o te puso a pensar en las personas que siempre están para ti, los amigos que nunca nos fallan, los incondicionales. Es bien simple, nuestros días no tendrían la misma chispa si no tuviéramos esas dos o cinco personas con las que nos estamos riendo de la vida, con quienes lloramos cuando nos sentimos mal o con quien cometemos locuras que siempre vamos a recordar... y aquí aplica la de "no es la cantidad, es la calidad". No importa el nombre de cuántas personas vengan a tu cabeza mientras estás leyendo esto, pero en quien sea que estés pensando en este momento, es alguien que hay que valorar.

¿Recuerdas el día que lograste eso que tanto querías? ¿o el día en que terminaste con tu ex? seguramente estabas tan emocionado o tan triste que necesitabas compartirlo, ¿quién estuvo ahí? Nuestros amigos parecen tener un detector de "pasó algo", están en el momento exacto, nos escuchan, nos abrazan, se ríen con nosotros, nos apoyan y suben el estado de ánimo. Hoy me pongo a pensar en las anécdotas que tengo para contar, en la mayoría hay un cómplice que me ayuda a terminar de contar la historia, ya sea porque la vivió conmigo o porque se lo conté y recuerda los detalles mejor que yo misma. 

Me ha pasado que a veces siento que estoy teniendo un pésimo día, estoy estresada y de mal humor, pero veo a mis amigos y el momento pasa, me relajo y me permito cambiarme el panorama. Aquí es de donde salen los dichos de "los amigos son la medicina del alma" o "la cura al corazón", porque funcionan como un remedio mágico a las tristezas y son los primeros en hacer fiesta a la felicidad. La amistad va más allá de verse o escribirse a diario, es tener esa conexión donde sabes que tu amigo/a probablemente está haciendo su vida y tu la tuya pero que en los momentos que lo necesites ahí estará. 


Soy fiel testigo de que en ocasiones los rumbos que tomamos son diferentes, pero eso no significa que la amistad termina, al contrario, es donde reconoces  a quienes siempre formarán parte de ti. Hay personas que pasan meses para volver a verlas, pero ese tarde que pasamos juntos se siente como si el tiempo no hubiera pasado, en un rato te pones al día de todo lo que les ha pasado. Hubo un momento en el que se dijeron "EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS", y se han demostrado que así será pase lo que pasa. Gracias a los amigos que forman parte de nosotros, por hacernos reír y por secarnos las lágrimas cuando es momento de llorar, por no juzgarnos y ser nuestros cómplices de aventuras. La vida no sería la misma sin ellos.



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